La mayor crisis humanitaria en Europa desde la Segunda Guerra Mundial (en sólo 6 meses ya van casi tantos refugiados, 400.000, como en el peor año de la guerra de los Balcanes, sin contar con los miles que lleva tragados el mar) y los líderes del continente que por acción (las leyes xenófobas de Cameron o la inhumana verja de Hungría) u omisión (el abandono a su suerte de, por ejemplo, Grecia y Macedonia, absolutamente desbordadas, mientras que se habla, con toda la parsimonia del mundo, de repartirse personas como si fuesen cromos) que provocan estos días el mayor de los sonrrojos en cualquier ciudadano que se considere decente, más aún después de ver fotos tan terribles como las que hemos visto hoy.
Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas, y si bien tal avalancha de inmigrantes no es una situación fácil de gestionar, en esta ocasión los líderes europeos está escurriendo el bulto (incumpliendo con ello numerosos tratados, como cuenta hoy El Mundo) de una manera que sólo el paso del tiempo se encargará de juzgar en su justa medida. Contaba el otro día Manel Fontdevila en una genial viñeta que dentro de 70 años recordaremos con honores a los mismos ahogados de Lampedusa de los que hoy pasamos como de la mierda. No sé, sinceramente, cómo algún día podré contarle todo esto a mis nietos sin avergonzarme.
PD 1: Rajoy, tras advertir por enésima vez de los peligros del populismo, se queja de tener que acoger a 2.000 refugiados mientras que Alemania admite que, de aquí a final de año, habrá recibido la escalofriante cifra de 800.000. Ahí le tenéis, el adalid de según qué víctimas.
PD 2: La grandísima mayoría de esta ola de refugiados provienen de Siria huyendo de la guerra civil de su país entre el hijoputa de Al Assad y los más hijoputas aún del ISIS. Ninguna responsabilidad por tanto de occidente en ello, ¿verdad? ¿VERDAD?
PD 3: ¡Post 2 de 2!
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