jueves, 31 de diciembre de 2015

El anuario del Mierdiario: 2015

Hoy termina 2015, un año que podría definirse como el de la inestabilidad. Inestabilidad a nivel nacional, con nada menos que 4 citas electorales que han supuesto el fin del bipartidismo y el inicio del cuadrupartidismo (si es que esa palabra tan siquiera existe) y que, a día de hoy, hacen que tanto en España como en Cataluña, con todo el por culo que han dao, estén oficialmente sin presidente electo. Inestabilidad también a nivel internacional, con la guerra al terrorismo yihadista del ISIS, el Je Suis Charlie primero y el Je Suis Paris después, el drama que no cesa de los refugiados y el ascenso al estrellato de personajes tan peligrosos como Donald Trump o Marine Le Pen. Inestabilidad everywhere... y sin embargo, a nivel personal, 2015 ha sido un año en el que ha primado en mi vida, y esto sí que es una novedad, la estabilidad.

Estabilidad por llevar ya 2 años con mi novia. Estabilidad por conseguir hilar tres trabajos seguidos y, por primera vez en mi vida, estar los 365 días del año sin pisar la cola del paro. Estabilidad por poder trabajar de lo que me gusta y en un ambiente más o menos sano con unas mínimas perspectivas de expansión. Estabilidad por poder ahorrar el dinero suficiente para comprarme mi largo tiempo deseado iMac (¡Macario, saluda!) y permitirme otros caprichos como, por ejemplo, hacer algo tan normal como una escapadita (¡Puxa Asturies!). Estabilidad incluso emocional, por poder quitarme de encima una losa que llevaba a cuestas desde que tengo uso de razón (y que no diré por aquí pero que la mayoría de vosotros ya conocéis). Estabilidad por llevar ya 9 años en Madrid (este año he tenido otra mudanza) y tener cada vez más claro que, pese a todo, mi futuro definitivamente está aquí. Estabilidad por tener controlado el colesterol e incluso por haberme apuntado a un gimnasio... ¡y haber ido! (poco). Qué coño, incluso estabilidad de ver cómo el Atleti se clasifica ya por defecto todos los años para la Champions (aunque siempre nos elimine el Madrid) y de cómo en Juego de Tronos SPOILERAZO cada año se cargan a un Stark. FIN DEL SPOILERAZO

Soy perfectamente consciente de que, a mis 35 años recién estrenados, realmente no he conseguido nada y del error que supondría ponerme a realizar castillos en el aire en esta sociedad actual en la cual hacer planes a largo plazo es poco menos que una locura. Mañana podría dejarme mi chica, podrían echarme del curro, podría explotarme el iMac o podría entrarme una nueva tontería que le tomase el relevo a las anteriores y volvería al punto de partida. Es algo que tengo muy presente, pero... qué coño, me gusta volver a casa cada día, sentarme en el sofá y ponerme a hacer algo tan chorra como ver una peli (que sí, que mucho Star Wars pero Del revés, Mad Max: Fury Road, Secret Service, Boyhood, Birdman y Gran Hotel Budapest son mis imprescindibles del año) o una serie (no dejaré de decirlo: qué puta maravilla es Breaking Bad), leer un cómic o simplemente hablar un rato por teléfono con mi señora sin tener que preocuparme de qué será de mi vida al día siguiente.

No todo ha sido en bueno en este año, evidentemente: dudas, malos momentos, preocupaciones, el auge de la coleta masculina... Pero, con todo, se podría decir que 2015 ha traído una mínima estabilidad a mi vida y que ello ha conseguido que, en consecuencia, en estos momentos sea una persona FELIZ, cosa que en alguien tan reznoriano como yo tiene doble mérito. 2015 fue el año en el que Marty McFly llegaba al futuro... y tal vez yo haya llegado, tras tanto tiempo buscándolo, también a él. Disfrutémoslo, pues.

¡Feliz 2016, mierdistas!


PD 1: ¡Hasta siempre, Christopher Lee, Roddy Piper, Dusty Rhodes y Lemmy Kilmister!

PD 2: ¡Hola, Dani, Jairo y Pau!

PD 3: Este año he llegado, con este que aquí tenéis, a los 1.472 posts en el Mierdiario. Id enfriando el cava que cuando lleguemos a los 1.500 vamos a montar una buena.

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