miércoles, 27 de agosto de 2008
Muchachampions League... ¡League!
Siempre he dicho que probablemente mis tres grandes sueños de esta vida, aparte de lo típico de tener muchos hijos y tal (los nombres ya están decididos: Albret Junior, Trent Bret y Hristo Romario), sean fichar por el Marca, hacerle el amor a Jennifer Aniston y ver cómo el Atleti gana una Champions League. El plan va según lo previsto: estoy trabajando en el As, Jennifer Aniston sigue soltera... y anoche el Atlético volvió a meterse en la Liga de Campeones, doce años después, tras golear por 4-0 al Schalke (¿dónde están ahora los que hacían el facilísimo chiste de 0-4, eh, Roncero?) en un partido en el que, tras tenerlos de corbata durante muchos minutos, al final estallé de alegría. Qué lejos queda ya el infausto recuerdo del partido contra el Ajax en el Calderón, con el penalty fallado por Esnáider, el golazo de ese modelo (futbolista ocasional) que era el portugués Dani y de Van Gaal con su careto de ladrillo celebrándolo en la banda.
También quedaron atrás Sacchi, Ranieri, Pilipauskas (aunque ahora tengamos a Pablo y Pernía), la intervención judicial (ayer Carlos Martínez dijo nosequé de que meterse en Champions era algo así como ganar una medalla no de oro, sino de platino o rubí... ¡Rubí no, por favor!), el descenso, el Pato Sosa, César Ferrando y tantas y tantas mierdas que nos hicieron ser el hazmerreír del fútbol español. Ya no más, porque por fin tenemos un equipo digno de jugar la máxima competición europea, y para soñar con ganarla contamos con el liderato de uno de los mejores jugadores del mundo, si no el mejor: el Kun Agüero. Lo de este tío es increíble: vuelve loca a toda la defensa contraria con sus regates y su velocidad, hace jugar a su equipo, llena de alegría las gradas y tiene un aura de superioridad que sólamente los más grandes jugadores de la historia del fútbol han conseguido tener. Y encima es el hijo político de Maradona, como para no acojonar a los defensas con semejante currículum.
El caso es que el Atlético en general y el Kun en particular (podría perfectamente decir "Atletikun") se merecían jugar la Champions y la Champions, a su vez, se merecía contar de nuevo con el Atleti y con un jugador de la talla de Agüero. Estaban hechos el uno para el otro y, qué bonito, al final ha triunfado el amor. ¡Prepárate, Jenny! ¡Eres la siguiente!
PD: ayer también volví a ver en el cine "El caballero oscuro", esta vez en versión original subtitulada. Mucha gente me dijo que la viera en VO porque se suponía que la película ganaba muchísimo y es algo totalmente cierto. No hay una diferencia tan brutal con la versión doblada pero sí que, por ejemplo, el Joker de Heath Ledger adquiere tintes de obra maestra (más aún) con esa voz de bufón totalmente ido de la olla que no se puede apreciar tan bien en la versión española. Altamente recomendable.
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Muy bien, muy bien, me alegro. Ahora por fin podremos olvidar que la última jugada del Atleti en la Champions fue una entrada con los pies por delante del hermano malo de aquel delantero alemán de Oliver y Benji.
ResponderEliminarenhorabuena colchonero!!!
ResponderEliminarnos vemos en la champions