Dejé de hablar de mi vida porque entendí que, en realidad, ni era tan apasionante (por muy bien que vendiese mis historias, al post del pomo de la puerta me remito) ni era una cosa que le interesara a nadie ("privacidad", ese concepto antediluviano). Pero algo seguía fallando: el blog pero seguía llamándose "El Mierdiario DE ALBRET", el 99% de los fans que tenía en facebook eran colegas míos y mi enfoque de universalidad del mensaje seguía sin llegar más allá de los 4 colegas que me dejaban comentarios y, en el fondo, me seguían porque me conocían y tenían curiosidad por ver qué pasaba en ese momento por mi cabeza. Ya no era un blog personal, pero tampoco era un medio de comunicación al uso. El Mierdiario tenía una crisis de personalidad importante, y más de una vez me he preguntado en los últimos tiempos si de verdad merece la pena seguir con todo esto (y más aún ahora que el trabajo me absorbe y no tengo tiempo apenas para postear).
Hasta que hemos llegado a este post, al 1.500, el cual ha coincidido con una noticia personal que, por una vez, sí que considero que merece la pena compartir con el mundo y sí que considero que, también por una vez, puede hacer que este diario sea algo parecido a un medio de comunicación al daros una noticia exclusiva lo suficientemente importante (ya es más de lo que hace últimamente El País) quizás no para el mundo, pero sí para mi mundo, y de eso precisamente se supone que es de lo que trata esto. Así que qué mejor que el post 1.500, con toda su fanfarria y todo lo que ello conlleva de cumplir etapas y de plantearse nuevos comienzos, para anunciaros que...
Uy, vaya, no sé de dónde habrá salido esa foto (espero que nadie se haya acojonado al verla en el enlace del facebook, *guiño guiño*). No, tranquilos, que no voy a ser padre (al menos, de momento). Lo que sí puedo anunciaros con orgullo y satisfacción es que, a partir de septiembre y si ningún cataclismo lo impide, ME IRÉ A VIVIR CON MI NOVIA. Efectivamente, Albret y La Asturiana juntos bajo el mismo techo, sea el suyo actual, el mío actual u otro diferente (pequeño detalle aún por dilucidar, pero si Pablo Iglesias y Alberto Garzón pudieron llegar a un acuerdo no veo por qué nosotros no hemos de hacerlo). Pueden pasar cosas maravillosas o puede arder Troya, pero lo que sí tengo claro es que estoy muy ilusionado ante esta nueva etapa de mi vida y que, por fin, siento que estoy recogiendo lo que durante muchísimos años he ido cosechando. La vida son etapas y, ante esta nueva de la mía propia, tal vez sí que debería aprovechar la coyuntura y volver a darle a este blog del que estoy tan orgulloso un nuevo empuje una vez cumplidos sus (¿lo he dicho ya?) primeros 1.500 posts. Porque ahora, por suerte, sí que tengo cosas buenas de verdad que contar.
PD: Si alguien considera que debería haberle dado esta noticia en persona en lugar de haberse enterado por mi blog le pido disculpas, pero para una vez que puedo hacer un post que realmente tenga trascendencia... ^^
Cambiaré mi tradicional "matarte" por "mataros".
ResponderEliminarW.
¡Ñe!
ResponderEliminarSea donde sea,pero juntos,que es lo importante.Enhorabuena!!!
ResponderEliminar¡¡Enhorabuena!! En Brunete los pisos están muy pero que muy bien ;)
ResponderEliminar